Una de las consecuencias más visibles de la pandemia del Covid-19 ha sido a nivel laboral. Quienes tuvieron la fortuna de no perder su empleo durante la emergencia sanitaria han debido acostumbrarse a nuevas metodologías de empleo, especialmente al teletrabajo.
Sin embargo, con el paulatino retorno a la normalidad, muchas compañías han comenzado a solicitar a sus empleados el regreso a las oficinas. Esta noticia ha sorprendido a muchos trabajadores que entienden que, en el último año, han demostrado que pueden ser igualmente productivos haciendo sus tareas desde casa.
Un ahorro de tiempo y dinero
Cumplir con las obligaciones laborales a distancia ha representado un alivio importante para muchos españoles, que han conseguido así evitar la importante pérdida de tiempo que implica desplazarse hacia a la oficina. De esta manera, pueden pasar más tiempo con sus familias o dedicarse a sus pasatiempos preferidos.
Para las compañías, asimismo, el trabajo desde casa ha resultado en un ahorro significativo de costes, tanto en el alquiler del espacio para las oficinas como en el pago de los servicios.
No todos están contentos con la oficina en casa
No obstante, pese a que una gran cantidad de empleados se sienten conformes con la modalidad de trabajo remoto o híbrido, no son pocos los que esperan con ansias volver al escritorio de la empresa. Para muchos individuos, no poder separar la vida profesional y personal en el propio hogar y el menor contacto social que deriva de teletrabajar han resultado en serios problemas para su salud mental.